Aventuras de pájaro por Eva Murari
Termina
octubre. Los días inestables. Alguna tarde, como ésta, serena. Canta el
benteveo, viene la calandria confianzuda que come del platito de los gatos, el
colibrí revolotea entre los azahares. Me llega un libro lleno de pájaros y me
tiendo a leerlo en la hamaca paraguaya.
Leo los
poemas que el niño Guillermo le dictó en secreto a Laura Forchetti, parte del
diálogo que vienen sosteniendo desde antes de 2017, cuando ella publicó el Libro de horas. Enseguida estoy en el campo,
es el siglo XIX. Un niño de apellido inglés sueña con ser pájaro. El niño
explora y la poeta toma nota: escucha, mira, siente y canta como una
naturalista lírica, una viajera del tiempo.
Este es un
libro para leer en voz alta, de poemas leves como el vuelo de un pétalo de
amapola y musicales como el canto de los pájaros. Los estribillos tienen el
vaivén de las hamacas “adelaaaante atraaaás, adelaaaaante atraaaás” y hay
gorjeos escondidos detrás de las letras “chis chis chis chis” “chuí chuí chuí “
Aventuras de pájaro es un libro para escuchar con atención y mirar
con más atención aún: las ilustraciones de Alejandra Correa tienen detalles que
sólo se ven si miramos con el detenimiento con el que miraríamos el pasto
acostados en el campo panza abajo o las nubes o las estrellas panza arriba. Es
un libro hermoso y simple como la naturaleza, variado y complejo como el mundo
que salió a explorar Guillermo Enrique Hudson con un cuaderno y una pluma.
Este libro
me hizo viajar en el tiempo y en el espacio y a la vez reparar en lo que
permanece, lo leí hamacándome como en un sueño.
Eva Murari, poeta amiga - Bahía Blanca, 30 de octubre 2021
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